Coge aire lentamente por la nariz: ¡cómo huele a mar!
Siente cómo se te llenan los pulmones de ese olor.
Lentamente, suelta el aire por la nariz. Fíjate en las olas que vienen y van, se mueven al mismo ritmo que tus pulmones cuando respiras. Coge aire... y suéltalo...